No todos los héroes usan capa, pero algunos lo hacen.
Los Superheroes of Finance de NetSuite celebran tanto a los héroes sin capa, como a los héroes con capa que luchan, no solo contra las fuerzas del mal, sino también contra los desafíos cotidianos que enfrentan las empresas en crecimiento. Esta serie es un homenaje al trabajo casi heroico que los miembros del equipo de finanzas realizan todos los días, combinando varias funciones empresariales, para comprender el pasado, ver el futuro, y preparando al negocio para aprovechar nuevas oportunidades de crecimiento.
Comenzamos con Captain Finance
Las cosas siempre habían sido fáciles para Jen Ledger: desde matemáticas hasta atletismo y negocios, todo era natural para ella.
A los 8 años, Jen, la hija de dos medallistas de oro olímpicos, quienes se convirtieron en contadores públicos, había transformado su puesto de limonada en una operación de 40 tiendas en tres estados, todo a través del cierre de una brecha en la cadena de suministro de los limones, el desarrollo de una bebida de limón para el clima frío, y la codificación de una aplicación móvil de pedidos con descuentos basados en lealtad para los sofocantes meses de verano. A los 9 años, el cierre contable de fin de mes de Limonada Lipsmacking estaba completamente automatizado.
Como estudiante de primer año, era una gimnasta junior de rango nacional. Su extraña agilidad era asombrosa: parecía desafiar la gravedad y los límites de la flexibilidad humana. A los 17 años, se había graduado con maestrías en negocios y matemáticas en la estimada Universidad Fiduciaria, escondida en Reconcile, Nebraska (mascota: Los Controladores). A los 19 años, asesoraba a Warren Buffet en inversiones, a Jimmy Buffett en comercialización y a Golden Buffet en cambios de menú.
Atrapada en una celda
Jen se enfrentó a un desafío como nunca antes. Sus padres, Sebastián “Seb” y Nomina Ledger la trajeron consigo a la consulta de un proyecto importante para un nuevo cliente, Opacity, Inc.
Una serie de adquisiciones, nuevas empresas comerciales y lanzamientos subsidiarios le habían dejado a la compañía un enorme y extenso desastre de hojas de cálculo de Excel, las cuales contenían todos sus datos. Dependía de Seb y Nomina tratar de darle sentido a todo.
En una hoja encontraron una cadena de fórmulas que los llevaron a la fila 1.048.577, poco más allá de los límites aparentes de Excel. Sin darse cuenta del peligro, Seb y Nomina abrieron la celda y de repente desaparecieron. Ahora solo podían comunicarse en código a través de Excel.
Jen descifró rápidamente el código y leyó los mensajes desesperados de sus padres: “Una fuerza siniestra instaló una pista escondida en esta hoja de cálculo. Debes detenerla o caerá sobre las celdas inferiores y se extenderá a todas las hojas de cálculo de la Tierra, paralizando los negocios y desterrando a todos los equipos financieros a esta dimensión”.
Febrilmente, Jen se puso a trabajar, reescribiendo fórmulas y construyendo tablas dinámicas, hasta que eliminó la fila 1.048.577. Pero ahora sus padres estaban atrapados e indefensos, para nunca volver.
Devastada, Jen juró no detenerse ante nada para eliminar la expansión de las hojas de cálculo y liberar a los equipos financieros del engorroso ingreso manual de datos, la ruina de su existencia.
Pronóstico: nublado
Fue entonces, en un destello de luz y una oleada de humo, que surgieron tres figuras parecidas a nubes.
“Jen, somos los Cumulons”, dijo uno. “Hemos estado observando la Tierra por décadas. Tu planeta está en peligro. Está al borde del colapso masivo de los negocios debido a predicciones inexactas, sistemas aislados, manipulación de divisas y errores manuales en el ingreso de datos que derribarán las economías de naciones enteras”.
“Es una situación que conocemos demasiado bien”, continuaron los Cumulons. “Lo mismo casi acaba con nuestro planeta. Pero hemos encontrado la forma para superarlo, y te enseñaremos, para que puedas salvar los negocios en la tierra”.
Los Cumulons sintieron la perplejidad de Jen. “Ahora estamos seguros de que eres la única persona que puede hacer esto”.
Agobiada pero determinada, Jen Ledger se levantó, se adentró en la nube y dejó la Tierra atrás. Fue teletransportada al planeta de los Cumulons, donde aprendería cómo esta raza alienígena había logrado 2.000 trimestres consecutivos de crecimiento, utilizando métodos como: el análisis de datos, el modelado predictivo, además del dominio del cómputo en la nube y las infraestructuras de seguridad.
También aprendió a usar las tecnologías más avanzadas de los Cumulons como: la visión de rayos X, para poder captar ideas más allá de la capacidad de los CFO normales; la telequinesis, para poder doblegar a su voluntad cualquier centro de costos fuera de control; y la planificación continua de escenarios multivariables, cercanos y estocásticos para. . . bueno…, por obvias razones.
Después de 10 años de entrenamiento, armada con el conocimiento de los Cumulons y un escudo emparejado con un implante en su corteza cerebral, el cual aprovecha su tecnología, Jen regresó a la Tierra. Tomó un empleo de bajo nivel como auditora amable con la firma Snap Taurus, uniéndose a sus colegas Jack Fazbee e Irma P. Brand. Pero todo era solo una coartada. Ahora, estaba lista para usar sus poderes recién descubiertos y su agilidad natural para liberar las finanzas de lo mundano, desbloquear los secretos para un crecimiento constante y así vencer a las hojas de cálculo, junto a todos los que obstaculizan la colaboración y el éxito, ¡como Capitana Finanzas!
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